EL ODIO, MOTIVO POR EL CUAL LOBOS ESTÁ ESTANCADO EN EL TIEMPO.
Recordando a Enrique Santos Discépolo.
Alguien le susurró al oído a este cronista, que lo escuchaba todas las noches en su programa, porque lo hacía recordar a Mordisquito.
A veces tus broncas y tus vehemencias, me lo traen del recuerdo a Discepolín. Son las mismas broncas que a veces los empleados municipales soportamos por el destrato de quienes nos gobiernan. Pensé en el prestigioso compositor, cantor, dramaturgo, en sus tangos y no entendía.
Hoy, que la tecnología lo permite, viaje en el tiempo, justo al año de mi nacimiento, 1951 cuando el entonces Secretario de Prensa y difusión Raul Apod, lo convence para una columnda diaria. El éxito de esta columna . Su participación en ese programa y la defensa del peronismo le trajo el odio de muchos, al punto de comprarle todas las entradas de sus espectáculos a fin de que cuando saliese a escena viera el teatro vacío. Estos hechos de gente a la que consideraba amiga lo llenó de profunda tristeza, lo cual sumado al cáncer que padecía precipitó su fallecimiento en 1951
Y, entonces entendí.
Enrique Santo Dsicépolo, creaba a mordisquito, para una serie de programas tendientes a alertar a la sociedad de lo que quería la vieja oligarquía de nuestro país.
ECP, a partir de la fecha, editará una vez por semana cada uno de los 7 más reconocidos programas, emitidos en Radio Nacional, hablándole a la audiencia para que vote en consecuencia.
Aquí va el primero de los siete:
“Yo no lo inventé a Perón, te lo digo de una buena vez, así termino con esta pulseada de buena voluntad, en un afán mío de liberarte un poco de tanto macaneo.
La verdad, yo no lo invente a Perón, ni a Eva Perón, la milagrosa, ellos nacieron como una reacción a tus malos gobiernos. Yo no inventé a Perón ni a Eva perón y su doctrina. Los trajo en su defensa un pueblo al que vos y los tuyos habían enterrado en un largo camino de miseria.
Nacieron de vos, por vos y para vos. Esa es la verdad, porque yo no lo inventé a Perón ni a |Eva Perón. Lo trajo esta lucha salvaje de gobernar creando la ausencia total de leyes sociales que tuvieran en consonancia con la época, los trajo. Los trajo tu tremendo desprecio por las clases pobres, a las que masacraste de Santa Cruz hasta lo de Vasena. Por que pedían un mínimo de respecto a su dignidad de hombres y un salario que les permitiera salvar a los suyos del hambre, y de la terrible promiscuidad de sus viviendas, en las que tenían que hacinar lo mismos sus ansias y sus ascos. No, yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón, vos lo creaste, con tu intolerancia, con tu crueldad, con la misma crueldad que ella que mataba peones del candidato a Presidente porque le pisaban un poco fuerte la piedrita del camino, a la hora de la siesta.
Y sí, yo se que fastidia que te o recuerde y, claro, pero vamos a terminarla de una vez. En fuerza de hacerse un estilo tanto desmán, termino por parecerte correcto lo más infame, claro, a vos no te alcanzaba. A mi lo único que me resta, es agradecerte el bien enorme que le hiciste al país, gracias te doy, por Él y por Ella, por la Patria que los esperaba para iniciar la verdadera marcha, hacia el porvenir que se merece, a mí, ya no me la podés contar, “mordisquito”. Hasta otra vez, ¿si?, hasta otra vez.”
En este link, se puede ver el programa de Radio Nacional, extraído de la web y desgravado por quien suscribe.
https://www.youtube.com/watch?v=xea_WWiYNsU
Gracias al amigo Rubén Darío Basile que me permitiera acceder a las grabaciones originales de Discépolo.