Por estos días, se está deliberando en el Concejo Municipal o, al menos, entre los concejales oficialistas y opositores, el presupuesto 2024.

Si bien es sabido y aceptado que el pueblo no delibera ni gobierna, sino a través de sus representantes, en los tiempos en que transcurren asistimos a un acelerado proceso de venta de las instituciones públicas. No obstante, el pueblo ha tomado la decisión de recuperar,  a través de sus presencia en las calles, el protagonismo ante la indecisión de los políticos que lo representan.

En la ciudad de Lobos, se ha reestructurado la planta jerárquica del Municipio. Hay nuevos subsecretarios, nuevas direcciones y más personal de planta contratado. Se anuncia que hay en estudio un proyecto para  privatizar el sistema de barrido y limpieza, además de AUMENTAR  los sueldos del intendente,  secretarios, subsecretarios, contadores y directores de la planta ejecutiva.

Del mismo modo, se sabe que existen incrementos en el funcionamiento del personal legislativo y personal del HCM.

Cuánto de esto que está en danza, lo sabe el vecino. Se han creado nuevas secretarías con nombramientos cuyos sueldos se contemplan en el presupuesto, que  pondrían colorados a aquellos que hoy pelean por llegar a fin de mes.

No es lógico, ético o legal, no lo sé,  que personas que conviven bajo el mismo techo, perciban haberes millonarios por cargos en el DE.

No hay un solo cargo jerárquico que no perciba un incremento anual en sus retribuciones, que no superen el 14% del aumento ofrecido a los empleados municipales. A su vez, los vecinos habrán de recibir las nuevas tasas municipales con un aumento del 160%.

En las mesas  de café de la ciudad se escucha el asombro ante los haberes de los funcionarios  ejecutivos, sin embargo nadie se expresa al respecto.

Se violan las normas del justo proceso. En la función del reemplazo del intendente en vacaciones, sale un  concejal, sube un secretario, todo en el mismo momento, se cubren las vacantes como si fuera el juego infantil, te toca a ti, me toca a mí.

La mayoría automática parece que es aplicada en todo momento y la oposición parece no tener la fuerza o destreza política para exponer frente a la sociedad, que se la está perjudicando.

La sociedad lobense debe enterarse que mientras las familias luchan por conseguir  el sustento diario, el Ejecutivo local somete a la consideración del Cuerpo Deliberativo un proyecto de presupuesto que, en vistas de lo que sucede en el país, parece una burla.