EL VALOR DE LA PALABRA. POLICÍA MUNICIPAL, ¿no era que no servía?
Es un eslogan muy conocido en los diferentes concursos internacionales de literatura.
Existen los más destacados certámenes literarios en donde se privilegia el valor de la Palabra en todo sentido. Por ello, cuando se trata de imponer valores que no se adecuan a ciertos parámetros significativos de valor, la palabra decrece en su verdadero significado.
Las noticias en papel de esta semana pasada en la ciudad hacen pensar que las autoridades locales suponen que los ciudadanos lobenses no tienen memoria o, lo que es peor, que se los puede considerar «marmotizados» por los avatares de una campaña política que todo lo puede.
Un vecino de la ciudad, comerciante él, consultado sobre el artículo aparecido en el medio local, comentó:
«Cuando a fines de 2015 los que son ahora autoridades empezaron con su mandato, existía una policía comunal y una escuela de agentes que, por cómo eran sus uniformes, los llamábamos los pitufos, por el color de su indumentaria, ¿vio? Recorrían las calles de la ciudad en parejas y se los podía ver en casi toda la ciudad.
Es la gestión actual, el intendente actual, digamos, que consideró que no eran necesarios y por eso se dejaron de ver».
Carmen, quien compraba en la verdulería bastante enojada, opinaba: «La operatividad de la seguridad no tiene que ver con quién maneje la policía, se termina transformando en un accionar confuso de descargos de falencias de gestión. Hace años, la policía comunal tenía una serie de móviles que dividían el municipio y cumplían un rol de patrullaje, hoy es difícil ver a estos móviles circulando. Cuando fracasan en algo, siempre se busca un culpable». El dueño de la verdulería, mencionó a este medio, sorprendido por los términos en que se expresaba la mujer, que esta era una profesional del Derecho, quien había sido víctima de un robo a metros de la Intendencia.
Lo cierto es que poco se hace en lo referente a la ciudad. Si no son los jueces, son los fiscales, cuando no el vecino o la falta de recursos. Lo que sí se hace evidente es que cada vez se ve menos policías en la ciudad.
Los últimos hechos de repercusión nacional y de vecinos comerciantes con mucha trayectoria en la ciudad, solo son citados a la Intendencia para ser testigos de las catarsis del no poder hacer.
El Cuarto Poder tuvo la suerte de que el Secretario de Seguridad Julio Rustom le concediera, hace un tiempo, más de tres horas de explicaciones in situ en dependencias del sector de monitoreo. Pudo ver la fabricación de las cabinas de las paradas de colectivos, pudo ver la instrumentación completa de las mismas, y los materiales que se destinarían para terminarlas (se suponía en ese momento) antes del mes de septiembre. ESTAMOS EN OCTUBRE, con el agravante de que hay funcionarios que decían que las cabinas que la Nación entregaba bajo la firma de un acuerdo, eran caras para el municipio, CUANDO LA REALIDAD ES QUE NINGÚN MUNICIPIO DE LOS QUE LAS RECBIERON TUVIERON QUE APORTAR UN SOLO PESO.
Y así están las cosas en este Lobos que, de seguir por el mismo rumbo, habrá de tener otros cuatro años más de no gestión y sí de muchas excusas, de caprichos institucionales. Esto solo parece llevar a configurar una sociedad que poco a poco se acostumbre a las mentiras, a creer en lo que le dicen y no en lo que ven.
Por estos días, tendremos un nuevo acto eleccionario donde se presentan cuatro propuestas claras. Antes de elegir los que continuarían en carrera, se llevó a cabo un debate selectivo, al que faltó el principal responsable de los destinos de la ciudad, sin siquiera designar un representante para defender sus propuestas. ¿Cuáles?, se preguntan muchos. Su ausencia parece pronosticar que, si las circunstancias se repiten, todo seguirá igual. A no ser por las entrevistas pautadas, muchas de las cuales fueron un monólogo de quimeras.
Ahora, todo depende del poder de reacción de los ciudadanos que busquen un nuevo rumbo.
Y aquí esta el meollo de la cuestión. Otro de los contendientes que se avizoran con buenas chances de participar del próximo gobierno municipal desde el consejo e incluso de la intendencia, todo depende del grado de bronca de la sociedad, llegan con su bagaje de ideas compuesto por hechos tan tristes de nuestra sociedad de no hace mucho tiempo. Piensan romper todo lo construido en estos 40 años de democracia, negar nuestra historia y hasta nuestros próceres, con una motosierra en la mano mientras se pasean y hacen publicidad en la ostentación de vehículos que seguramente el pueblo trabajador nunca tendrá.
Finalmente, el viejo partido que ha entregado siempre su lucha, su sangre, sus muertos, su gente, frente a la escrupulosidad de las antinomias de los quita derechos. Ese conjunto de militantes que solo tiene la vocación por los más humildes, por darle derechos para que valoricen sus días por venir, que esgrime sus obras realizadas como estandartes que demuestran que, mientras gobernó 13 años a esta ciudad, la llenó de más de 1300 viviendas y mejoras que hoy se diluyen en las ambigüedades de las fatuas promesas de quienes no tienen NI UNA SOLA PARA MOSTRAR, o las QUE NO VENDRÁN de las manos de quienes quieren destruir.
En estos seis días que quedan para emitir nuestro sufragio, tenemos la posibilidad de expresarnos, una vez más, para bien o para mal. Nos queda la posibilidad de ELEGIR, algo tan inmenso como eso. Saber elegir, luego no habrá excusas. Tenemos la seguridad de que poder elegir es mejor que morir por por las locuras de otros.
30.000 muertos y/o desaparecidos, muertos al fin, cientos de ciudadanos que hoy no saben que son apropiados, cientos de represores que la Justicia y parte de la sociedad protegen, cientos o miles de familiares que aún hoy buscan sus afectos apropiados, millones de personas que, fruto de las apetencias de poder, hoy no tienen el pan sobre su mesa. Todo eso encierra ese minúsculo momento en el cual un sobre con su decisión caerá al fondo de la urna.
Eso es lo que hará que, al momento de abrirla, suceda el verdadero cambio, limpio, pensado, sin odio, con esperanza, pensando en nosotros mismos y, por sobre todo, en EL OTRO.