ESTUVIMOS EN EL ANIVERSARIO DE BEGUERIE
Fuimos a pasar un día diferente, y nos empachamos de vivencias pueblerinas, y de sus comidas.
El ruido monocorde de las ruedas sobre el camino de tierra, arenoso de a ratos y por momentos con un ripio fino serruchado. Desfilaban por las ventanillas campo abierto, pampa, ganado vacuno, algún que otro bobino, campo virgen y otros con alfalfa. Curvas, contra curvas con un camino que era entretenido por todo lo que entregaba en sí.
Bastante movimiento vehicular que buscaban lo mismo, asistir a los festejos de Beguerie. Llamó la atención el estado muy bueno de esos caminos rurales, y principalmente la señalización de seguridad anticipando las curvas y la cartelería de cuanto se había desandado.
Una última contra curva y, a lo lejos se ve una calle ancha que desemboca en un pequeño boulevard y detenido en el pasado, BEGUERIE.
Un tanque de agua en lo que fue la estación del pueblo, en su base de sostén, las chicas de turismo nos reciben y muestran ese Museo con cosas detenidas en el tiempo y estupendamente conservadas.
Comenzamos a caminar y el monolito recordatorio, al frente un almacén de época, su interior con turistas y un aroma de empanadas fritas, como no probarlas y, lo hicimos. Dos surtidores de aquellos del 1945 aproximadamente, el centro de Jubilados que emana un olorcito a parrillada, fotos de aquí, fotos para allá, y esa sensación de vernos en un lugar mágico.
A lo lejos se escucha la banda y el locutor que anuncia el inicio del desfile, apuramos el paso, mientras caminamos vemos placas en algunos frentes que indican la historia del pueblo.
Desembocamos en un cuadro de película, un montón de gacebos, una inmensa feria con artesanos, plantas, carros de comidas, gente que va y que viene, chicos por doquier. Nos acercamos al palco de honor, la banda, los bomberos, mucha fuerza pública. Desfilan los paisanos, los chicos de Bici turismo de varias ciudades, por supuesto también están los de Lobos, vemos al infaltable DIRECTOR DE TURISMO DE LOBOS, IGNACIO SUAREZ, en su bicicleta con el grupo de ciclismo.
Lo demás, una jornada maravillosa, empanadas, cerdo, choripán, bondiola, papas fritas de todas las formas, tortas y mucha pero mucha diversión.