Mientras en Lobos padecemos la Inseguridad, muchos hogares transitan la problemática de los terribles aumentos, en el Consejo Municipal suceden cosas.

Ya van dos programas del diario digital El Cuarto Poder que se emite en forma radial, como «La hora Barsotti» por Fm Reencuentro 102,9 todos los días a las 20 hs. que tratamos el tema de lo que sucede en el HCM que, como he se ha comenzado a decir, habría que sacarle la letra H.

No por que tenga que ver con la honorabilidad de los integrantes, sino porque su funcionamiento, ya es más que detestable, teniendo en cuenta que los recursos que se gastan en el, le hacen más falta a la sociedad que lo que el mismo cuerpo produce.

Revisando los diarios de sesión de varias reuniones del cuerpo deliberativo, observo que muchas veces, la mayoría diría, que la oposición presenta algún pedido de informes, es costumbre  enviarlos a tratamiento de las comisiones donde se considera que debería tratarse dicho pedido.

Comparando algunos de ellos, también se observa que los pedidos al ejecutivo y/o algunas secretarias, salen hacia su destino, con reformas al texto originalmente presentado.

Este cronista no es profesional del derecho, pero si tiene alguna gimnasia legislativa en asesoramientos a concejales del Municipio de Rosario, particularmente en educación y transporte, también en obras públicas.

Y siempre, entiende, que los pedidos de comunicación que un concejal presenta para su tratamiento, deben votarse en el recinto y, no pueden ni deben modificarse para su envío a la dependencia aludida.

Solamente puede sufrir modificación si la misma es ampliatoria a lo solicitado por el concejal propinante.

EN ESTE BENDITO CD, los pedidos de comunicación se tratan y, MUCHAS VECES , se pasan a archivo, cosa inusual ya que, LE COARTA EL DERECHO A SABER AL CONCCEJAL QUE SOLICITA LA INFORMACIÓN.

Es una forma de interferir en el absoluto derecho de un concejal del cuerpo, a conocer si las actitudes de gobierno se desarrollan de acuerdo a las normas establecidas.

De esta forma el grupo mayoritario adicto al DEM, hace de escudo sobre las imperfecciones que PODRÍA cometer el gobierno municipal.

Esta actitud quebranta la potestad para lo cual fueran creados estos órganos de gobierno que es el de controlar las acciones del ejecutivo, ya que ellos mismos fueron elegidos por la sociedad para hacerlo y no, para servir a quien gobierna en turno.

Pero la problemática del CD, parece estar al frente de las incongruencias. Se piden cosas que nadie intenta tan siquiera buscar para ver si existen o en su defecto, si existen, si se han actualizado. Como si fuera poco, en la última sesión, un pedido de informes que ya lleva varios meses tratándose,  en el ámbito del CD, se propone enviarlo a archivo, ya que la mayoría simple decide no hacer lugar a que siga su camino. Curiosamente quienes lo solicitaron acceden a esta decisión y como por arte de magia, el pedido pasa a sufrir el sueño del olvido.

Piense el ciudadano de Lobos los costos de erogación de mantener una cantidad de sueldos, papeles horas de trabajos de tratamiento burocrático, café de por medio, gas de calefacción, luz,  etc. para que en un santiamén todo esto vaya a parar al ostracismo del capricho de un juego de poder inocuo que solo perjudica al contribuyente.

Las reglas del juego democrático suele tener estas cosas, los funcionarios abundan de privilegios que, a la hora de pagar los costos económicos de un trabajo MAL HECHO, nadie les reclama.

La otra cuestión es, lo que produce un cuerpo con tantos concejales. Si uno mira el espectro de las ordenanzas que a través de estos años se han presentado en el CD, la verdad es que, no se visualizan trabajos que le hayan cambiado o mejorado la vida del lobense promedio.

La estructura municipal ha crecido en demasía si vemos la cantidad de personal contratado, los servicios públicos no han mejorado, claros ejemplos son el alumbrado, el barrido, la seguridad los controles de tránsito y mucho más la infraestructura general de obras.

Sí se puede reconocer un cierto orden en las refacciones de edificios escolares. La obra pública no se ha visto muy beneficiada, a no ser por la terminación de alguna escuela y el centro de educación física, que fue con dineros provinciales.

La gran ausencia, fue la gestión de la obra de envergadura y, en eso mucho tiene que ver el CD. En cualquier sociedad que se encuentre bien representada, son los ediles los que llevan la voz cantante sobre las necesidades de sus representados, por estos casos, es siempre el DEM quien define las pautas que más le conviene a su presencia en los barrios y, por ende el desmedro de ciertas áreas que no le son afines.

Mucha tela hay para cortar sobre las necesidades imperiosas que la ciudad tiene sobre la generación de auténticas fuentes de trabajo y, por lo visto el CD, no tiene aportes para intentar marcar un camino al respecto.

Así como están las cosas, solo resta esperar a que,  en las próximas legislativas, aparezca algún político que le haga entender a las mayorías de esta ciudad que, dentro de las políticas económicas actuales, las cosas, de seguir así, empeorarán.