La noche del sábado, con un lleno total, la Orquesta Escuela de Lobos e invitados, fueron aplaudidos hasta el cansancio.

Fieles a la Orquesta Escuela, se hicieron presentes una nutrida cantidad de seguidores, como cada vez que la Orquesta realiza un evento.

Luego del ensayo final, un pequeño grupo de tres o cuatro músicos hicieron las delicias de los transeúntes que, por ese entonces, circulaban por las veredas de calle Salgado al 100.

Los acordes de la Cumparsita y  alguna que otra melodía fueron el enganche perfecto para que la gente que circulaba terminara de decidirse a ingresar a la Biblioteca Sarmiento.

Con el salón colmado, se apagaron las luces principales y los acordes de Aurora, con la potente voz del Napo abrieron la velada.

De allí en más, todo fue un ir y venir de melodías, con estrenos, a pura música y colores.

En el primer intervalo, la Comisión Directiva de la Biblioteca les entregó a los periodistas un sincero reconocimiento por las veces que dejan constancias de las actividades de la institución.

Y, para continuar, otra delicia de intérpretes. Con otra corrida de telón, aparecieron en escena los integrantes del Trío de tango La Glorieta. Que ya es una marca definida de buena música en la ciudad. Guitarra, bandoneón y contrabajo fueron suficientes para que el público se deleitara con los temas. Si hubiera sido por los presentes, todavía estarían tocando. La despedida del escenario del trío se puede decir que fue apoteótica, con un tema de Piazzola, el cierre no solo tuvo un broche de oro, sino que también fue adornado con brillantes, diamantes y aplausos del público.

El tercer acto fue nuevamente de la Orquesta Escuela, una seguidilla de  temas populares, mechado con clásicos de todas las épocas hicieron que el público pidiera más.

Muchos esperaron que los músicos bajaran del escenario para felicitarlos. Abrazos y esperanzas de que el año que viene estas cosas se repitan.