Como cada vez que llueve Lobos se transforma en un lugar imposible de transitar.

Entre EDEN que te corta la luz cada rato, en los barrios residenciales, y después juegan un rato con el voltaje, que mucho, que poco, un heladera quemada por aquí, un plasma por allá, y de paso la carne del freezer que se descongela.

Se veía venir, el alerta de Defensa Civil, llegó casi tarde, pero fue preciso.

Algunas calles eran imposibles de cruzar, los desagües no dieron abasto. A este cronista lo agarró el vendaval por una de las calles nuevas que se hormigonaron. Seguro que al que controló los niveles de las obras, lo mandaron a marzo.

Igual, las fotos son más que explicativas, «seguro que la provincia tiene la culpa», o mejor aún, Kicilof o Cristina.

También Massa que no manda la guita, o viviendas que no paga el acuerdo. En fin, el que sufre es el vecino. No importa, organizamos un festival y todos contentos, las obras y las gestiones pueden esperar.

Ah, cierto, hay que limpiar la ciudad que parece que viene Santilli y/o Larreta.

Vamos muchachos, se nota mucho, pero no importa, la ciudad se ve linda con tantos carteles multicolores.

MEMORIA ACTIVA,