EL CUARTO PODER se hizo presente en la Estancia La Candelaria, habiendo sido invitado la tarde anterior por el nuevo administrador Julio Ducdoc. Se encontraba presente el Intendente Jorge Etcheverry y la secretaria Eliana Cejas. También asistieron autoridades de Roque Pérez, otros invitados y público de las vecinas localidades.

EL CUARTO PODER asistió acompañado por Rubén Darío Basiles, ya que el señor Ducdoc había comentado a este diario que deseaba conocer.

Todos ellos acudieron a la capilla que, ya de por sí, estaba engalanada con sus luces, dando un  marco esplendoroso a la noche. Ya desde lejos, se la podía adivinar en lo profundo de la noche junto al lago.

La celebración de la misa estuvo a cargo del sacerdote René Cari, quien en la homilía destacó la fecha y su celebración.

Al término de la misa, hizo uso de la palabra el Sr. Administrador, agradeciendo a las autoridades presentes, destacando el trabajo que se está desarrollando en la propiedad, habida cuenta del deterioro a través de los años y la idea de él y su equipo de revalorizar la propiedad para insertarla en el mercado internacional, siendo lo que había terminado de suceder, el primer paso, a la vez, para que el público regional pudiera ver a La Candelaria como un producto que, asociado a las actividades regionales de productores, artesanos y distintos movimientos de la cultura fuera un punto de encuentro de diferentes actividades.

Luego habló en forma muy breve el Intendente de Lobos, agradeciendo la invitación y comprometiéndose a respaldar el proyecto desde el municipio.

A la salida, en el atrio, el sacerdote René Cari saludaba a los feligreses por el advenimiento de las Pascuas al día siguiente.

Del mismo modo, llegado el momento de su presencia en el atrio, el Administrador al advertir la presencia de EL CUARTO PODER, se acercó a saludar.

Aprovechando la oportunidad, este diario presentó a Rubén Darío Basiles, a quien había solicitado conocer, saludándolo amablemente e invitándolo para que se quedara a participar de una agasajo que compartirían con autoridades y público invitado.

Cuando emprendimos el regreso, la noche muy cerrada, se dejaba ver la  inmensa luna que con su luz de plata iluminaba el campo que circunda la propiedad, mientras que las sombras de los árboles, a la luz del automóvil, semejaban inmensos guardianes a los laterales del camino de entrada.