Se conmemoró ayer en la Plaza 1810 el 246 aniversario del natalicio del General José Francisco de San Martín.
El general José Francisco de San Martín y Matorras, nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú Provincia de Corrientes y murió el 17 de agosto de 1850 en Francia.
A los 7 años viaja con su familia a España donde comienza sus estudios, a los 11 años es enrolado en el regimiento de infantería en Murcia donde realizaría su carrera militar.
A los 34 años regresa a Argentina y se pone al servicio por la independencia de las Provincias Unidas del Rio de la Plata. Luego forma el Regimiento de Granaderos a Caballo y tiene su bautismo de fuego en la batalla San Lorenzo. Regimiento que aun hoy se encuentra activo y tiene a su custodia nada menos que nuestra Casa de Gobierno
Rindieron homenaje la Asociación Sanmartiniana Coronel Dionicio Urquiola, el Municipio de Lobos y público en general.
Estuvo presente el Intendente de Saladillo Ing. José Luis Salomón y secretarios de su gabinete, estuvieron presente el Intendente Jorge Etcheverry, sus secretarios de gabinete, concejales de los bloques del HCM, y el Rotary Club.
Se entregaron certificados a los jóvenes que realizaron el Cruce de los Andes 2024.
La disertación estuvo a cargo del joven expedicionario de los Andes 2024, Tomás Martínez, quien entre otros conceptos dijo:
«Si San Martín se encontrará hoy con la actualidad en la Argentina, tendría que dar la más dura de las batallas, sin armas ni caballos pero si con la gran sabiduría y estrategias que lo destacaban. Está sería la batalla contra la ignorancia que nuestro pueblo padece más de 30 años, convirtiendo a la mayoría de los argentinos en esclavos de un sistema perverso de empobrecimiento mental, impidiendo que sean libres de pensamiento de libertad y prosperidad.»
«Este viaje pude compartirlo con muchos jóvenes lo cual me da mucha satisfacción que la juventud se interese y aprenda sobre la vida y obra del gral San Martín que trasmite los valores más importantes para la vida en sociedad y que lamentablemente sea perdido esa enseñanza tanto en las escuelas como en nuestro propios hogares.»