Pareciera que el municipio quiere ahorrar en energía, las quejas por falta de iluminación en calles de la ciudad, están a la orden del día.

Ya no se trata de la queja a diario, se trata de VERGUENZA que dan los funcionarios que ni siquiera se preocupan de los hechos.

Calle Salgado, de noche, frente al parque Hiriart es una boca de Lobos, ya sabemos que, a lo mejor el Intendente, hace caso omiso a los reclamos porque, tal vez piensa en su desidia que hace honor al nombre de la ciudad. Por que para bruto, una ya sabe que todo puede ser.

Calle Chacabuco,  otro ejemplo, a solo 5 cuadras después de haber traspasado Alem, Barrio del Carmen, que a los reclamos ya ni los atienden, la zona de Ruralia, mucho menos, Salgado, la impenetrable, ya es clásico, entre los pozos y la negrura, el Dakar pagaría para transitarla, para colmo, a veces soportar a la señorita del 114, si uno se queja de la ineficiencia de sus jefes.

Algunos vecinos comienzan a dejar trascender, que las últimas compras de lámparas led, por más de 30 millones anunciadas en los medios, dicen, que están produciendo toda esta debacle.

¿no habrá un concejal que pregunte donde se instalaron y, ver  si estas dudas pueden ser verdad?

El caso es que, la luz sigue sin sin alumbrar algunas calles que parecen tenebrosas, y los cacos caminan y entran en casas de vecinos que ya se están repudriendo de tanta desidia.

Con razón perdieron confianza en las últimas elecciones. ¿No tendrá el intendente usar esa palabrita que tanto uso en campaña?. «ESTE, ¡AFUERA!»