Con una veintena de vecinos simpatizantes, Movimiento Primero Lobos de Daniel Paskman, arrancó con sus pretensiones de llegar al  Gobierno Municipal.

En su discurso, Paskman no perdió oportunidad para manifestar su encono con el semanario de Lobos, al que aludió como el  «pasquín». Sostuvo sus dichos basado en el hecho de que, dijo él, en reiteradas publicaciones, lo aludirían editorializando en formas diferentes  sus expresiones. Conocido es que el candidato cuenta, a quien quiera escucharlo, acerca de los trámites que  suele hacer en forma desinteresada por vecinos lobenses y a este medio le consta que buena parte de sus aseveraciones son verdades, las de las escrituras, por ejemplo. Cualquiera sabe lo engorroso del trámite, y más si se es pobre y no se cuenta con el auxilio de profesionales honestos.

Los temas inherentes a sus luchas personales lo han fogueado en los vericuetos de los pasillos judiciales y, más aún, en los pasillos del poder. Esto lo ha capacitado para poder discernir sobre aspectos que la sociedad muchas veces no tiene en cuenta y, por lo tanto, no retribuye para que su movimiento exprese, en votos, sus logros.

La sociedad en su conjunto está acostumbrada a los vaivenes de los grandes partidos, adonde suelen enquistarse aquellos con buena retórica que, en su vida particular, no siempre practican lo que pregonan.

Este cronista, y esto es una apreciación personal, deduce que Paskman es una persona que piensa y obra según su criterio personalista, pensando que su discurso va en dirección de los que más necesitan. Piensa en su convencimiento de que LOBOS está siendo desguazado y adhiere a la necesidad de «otros», que es indispensable cambiar lo que está sucediendo.

¿Cuál es el camino? Eso es lo que se debate en estas postulaciones por quién será el candidato en las próximas elecciones que logre cambiar o seguir con el destino de los lobenses.

Encontrar el camino correcto es lo que busca Paskman, solicitándoselo a quien lo acompañe en estas elecciones. Trabajo y convencimiento de que el rumbo que él propone es correcto, eso sí, si acepta participar solamente en su movimiento. Lo expresa muy claramente cuando dice: «Las puertas de Primero Lobos están abiertas para aquellos que deseen participar dentro de este espacio. » No habla de alianzas ni de aunar criterios, todo debe ser dentro de Primero Lobos.

Al final de su alocución, Paskman invitó a los presentes a disfrutar de unos sencillos bocadillos, pizzas a decir verdad, y muchos de los presentes se quedaron a compartir.