HÉCTOR VACCARO DE 61 AÑOS MURIÓ EN UN TRÁGICO ACCIDENTE EN EL AERO CLUB LOBOS

En un salto que era parte de su entrenamiento del curso de paracaidista que estaba haciendo, su paracaídas no se abrió correctamente, lo que impidió incluso que el de seguridad tampoco lo hieciera.

Vaccaro, era  director de Mantenimiento y Talleres de la empresa pública AYSA, amante de las motos de alta cilindrada, su pasión por los deportes de alto riesgo no eran desconocidos por sus allegados y de quienes eran sus compañero en la empresa. La congoja que dejó su muerte fue muy profunda no solo entre los directivos, sino también por sus subordinados a quien les dispensó siempre su respeto y enseñanzas.

La muerte lo sorprendió en su cuarto salto de los siete que se deben practicar para completar el curso de paracaidista.

Su hija Blanca respondió a la requisitoria de medios nacionales: «Saltó de la avioneta y se desestabilizó. Por eso no pudo abrir el paracaídas principal. Cuando se llega a determinada altura y velocidad, el paracaídas de repuesto tiene un sistema por el que se debe abrir solo. Este paracaídas lanza primero una especie de pilotín, que lo que hace es estabilizarlo y sacar el paracaídas principal. Se cree que ese pilotín se le enredó en alguna parte del cuerpo y evitó la apertura del segundo paracaídas, dando paso a la tragedia»

Vacacaro era un detallista en todo lo que hacía, en lo laboral era impecable, completó estudios universitarios, fue un innovador nato y un desarrollista de élite. Uno de sus mayores orgullos fue haber sido el primer equipo en certificar en talleres las normas ISO 55.000 y 55.001, de gestión y mantenimiento de máquinas.

Seguramente sus colegas y la empresa misma, sentirán su partida.

La foto de portada corresponde al salto de tan solo dos semanas atrás. ( fuente Minuto Uno)