El día 6 de abril, cercanas las 13,40 hs, al escuchar la sirena de bomberos con insistencia, se observa pasar por ruta 41, a la altura del Barrio del Carmen, una unidad de los bomberos, seguida de otro vehículo de la repartición, además de una ambulancia del SAME.

Al presumir que un hecho de envergadura debería estar sucediendo, se decide concurrir en la dirección en la que se dirigían los vehículos antes mencionados para cubrir la nota.

Tras dirigirse en dirección a Navarro, pasado el cruce de vías del desvío a Carboni, sin avistar los vehículos que nos precedieron, dada la premura y velocidad que llevaban las unidades, se intentó estimar en tiempo la distancia del probable hecho ocurrido, máxime que se ve pasar en sentido contrario la ambulancia.

A unos 6 km del cruce de referencia, se divisa el móvil de bomberos que gira en U, retornando hacia Lobos, y un medio de prensa con un miembro, seguramente de Bomberos.

Consultados sobre lo sucedido, nos informan que se trató de una FALSA ALARMA.

Pensamos en la injusticia de lo sucedido, ya que una salida del cuartel, con la cantidad de equipo y personal de la institución, genera una cantidad de gastos y riesgos de personal en el traslado de los mismos. Los miembros de Bomberos al escuchar la sirena o el llamado al servicio, deben desplazarse por la ciudad con premura, con los riesgos que esto conlleva.

No logran entenderse las motivaciones que llevaron al ciudadano que hizo el llamado de emergencia al cuartel, si se lo puede llamar de esta forma.