A pedido de Daniel Paskvan, al sentirse aludido, se deja explícitamente  aclarado que la expresión vertida en esta nota, no se corresponde a sus dichos, sino a las expresadas por otro entrevistado de este medio, del cual se posee la grabación de respaldo.

Desde que tomé el compromiso de escribir en este humilde medio que tan desinteresadamente me cediera Guillermo Martinez trate de ser lo más sincero que se pueda en este oficio, teniendo siempre, EL RESPALDO DE TODO LO QUE SE ESCRIBE EN EL DIARIO.

Algunas veces el dueño del pasquín,(como suele llamarlo un político que cuando le publican contradicciones a sus dichos se enoja), queriendo endulzarme la oreja me llamaba «colega», arrastrándose por un pequeña pauta que solía colocar en su diario, pauta que al salirse de lo pactado de su ubicación dejé de insertarla, siempre estuvimos en las antípodas editorialmente hablando. «tenemos que vender», alguno vez dijo cuando le recriminé por conceptos mal vertidos.

LOS MALOS EJEMPLOS PUDREN LA CABEZA DE QUIENES LOS LEEN.

Los medios digitales han llegado para quedarse, mas tarde que temprano la noticia volverá al éter de antaño, y el papel no servirá tan siquiera para ir al baño pero, mientras tanto el daño que han causado y siguen causando los medios en manos de bandidos que usufructúan los egos de políticos y afines, siguen dejando la miseria en los lectores que los siguen.

Lo mismo sucede con aquellos que por las doce monedas de Judas venden su pluma a quienes lucran con el hambre de los que menos tienen, prometiendo dádivas que garronean de los suculentos medios que el otrora estado les concediera para paliar las míseras necesidades diarias, se quedan con parte de esos fondos para vivir no en uno, sino  en un par de barrios privados, darse el lujo de tener más de tres automóviles y guardar en sus cocheras motos que tal vez nunca usen.

Usan las plumas de escritores que reciben las migajas diarias que luego sirven para ahogar sus avatares en la copa de un licor que los sumerge en un mundo irreal, al que nunca podrán alcanzar y, al despertar de esos efluvios solo ven a su alrededor el nido que nunca abandonarán.

AL QUE LE QUEPA EL SAYO,  que se lo ponga, dice el dicho.

Les recordaría a «algunos», no se equivoquen, el dormir con la mente tranquila, hace que el intelecto se despierte,, y pensando cristianamente recuerden :

Foto de portada, el diablo escribiendo notas. Tomada de la web

Edición sin corrección.